Felicidad ajena

La felicidad ajena no debería de ser mía porque es de ellos, pero también es mi felicidad.

No importa que ya no haya tiempo para compartir, escribir mails o para hablar por teléfono, no importa. Aunque me busquen por un rato y al día siguiente me abandonen por sus novias, aunque me den a entender que hace tiempo deje de ser prioridad en sus vidas, e incluso me pidan que me busque a alguien que me haga feliz, no importa. Yo les creo eso de “Todo lo que te dije antes es porque lo sentí y aun lo siento, pero conocí a alguien mejor y tú sabes….pues pasó, pero te quiero mucho como amigos, como hermanos, como más…”.Nos queremos tanto que no importa nada de eso. No importa, de verdad.

Si ustedes son felices por mi está bien. Sí ustedes están felices yo soy feliz porque me quedo con los instantes compartidos, con las conversaciones, y las horas largas en el teléfono, con las risas. Puedo decir que no fue tiempo perdido y ahora con tanta felicidad que me transmiten yo estoy construyendo la mía.